A menudo no se prueban los medicamentos, los dispositivos y los tratamientos en los niños.
Cuando a los niños se les administra un medicamento, más del 70% del tiempo, esos medicamentos solo se han probado en los adultos.
La pura verdad es que los niños no son adultos pequeños.
Pero si no se realizan investigaciones en los propios niños, no tenemos más opción que tratarlos de esa manera.
Los doctores y las enfermeras frecuentemente administran medicamentos a los niños aunque éstas no han sido estudiadas y aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para uso en los niños. Esto se conoce como el uso extraoficial o«off-label». La mayoría del tiempo, esto funciona, pero cuando la dosis para un adulto es ajustada para el peso de un niño, hay un riesgo que esa dosis no sea eficaz o pueda hasta ser dañina.
Aunque esto podría parecer «conjetura», realmente ha sido más un método de «investigación heredada». Sin embargo, si no se realizan investigaciones en los niños, es todo lo que tenemos. Es preciso pensar en cómo el cerebro y el cuerpo de un niño están desarrollándose… así como también en cómo el cuerpo de un niño maneja los medicamentos y otros tratamientos con el transcurso del tiempo.